martes, 15 de noviembre de 2011

Yoga para la salud física y espiritual.

El yoga es una práctica asociada con la meditación, común en el hinduismo, budismo y jainismo. Otorga como resultado, de acuerdo con quienes lo practican: la unión del alma individual con Dios; la percepción de que el yo es espiritual y no material; el bienestar físico y mental.


La palabra yoga proviene del sánscrito, y significa concentrar la mente, absorberse en meditación, recordar, unir, conectar, compartir. Los tipos de yoga principales son los siguientes:

  • Raya yoga: No violencia, no robar, no mentir, celibato, apego. Sus preceptos son la limpieza física y mental, satisfacción, disciplina, diálogo interior, ofrecerse en alma a Dios. Busca equilibrar la postura, controlar la respiración, modestia al ingerir alimentos, perseverancia en las ideas, meditación y absorción. 
  • Gñana yoga: Es el yoga que se aplica al aprendizaje de textos sagrados y laicos. Se refiere al aprendizaje o conocimiento conceptual, a la más alta sabiduría. Se compara con la intuición o realidad última.
  • Karma yoga: "Yoga de la acción, del servicio". Dedicación de la palabra, mente y actos a Dios.Es la creencia que el buen karma, las buenas acciones que hacemos en vida, desembocarán en paz en nuestras vidas futuras. El mal karma desembocará en una mala condición de vida futura. El karma yoga libera el alma y le permite volver con Dios en el momento de la muerte. 


De acuerdo con las doctrinas hindúes, el ser humano es un alma, encerrada en un cuerpo. El cuerpo se compone del cuerpo físico, la  mente, la inteligencia y el ego falso. Para llevar una vida plena, es necesario satisfacer el cuerpo físico(salud y actividad), lo psicológico (conocimiento y poder) y lo espiritual (paz y felicidad). Cuando estas tres condiciones están presentes, hay armonía

El yoga es entonces el arte y ciencia de la disciplina mental mediante la cual se cultiva y madura la mente. Busca llevar el alma a una integración con Dios, a través de la cual se accede a su liberación. 

La práctica del yoga ayuda de manera desmesurada al bienestar físico y espiritual. Las asanas (posturas sencillas del yoga) contribuyen al fortalecimiento corporal, tonificando cada parte del cuerpo. Su práctica regular incrementa la capacidad de trabajo, mejorando la resistencia. Mediante el estiramiento, estimula la flexibilidad del cuerpo, manteniéndolo joven. Ayuda a mantener una postura erguida sin esfuerzo. Mejora el funcionamiento glandular y promueve una sensación de bienestar, que se traduce en un cuerpo y una mente equilibrados, que proyectan y sienten mucha paz. Promueve la correcta circulación sanguínea.

Además, la práctica del yoga tiene muchos beneficios emocionales, como la concentración, a través de cada una de sus posturas, que extienden la memoria y la capacidad de atención. El contacto con nuestro yo interno nos da otra perspectiva de la vida y  nos aisla de los conflictos emocionales, por lo que el yoga también promueve la estabilidad emocional. Nos genera una sensación de paz, porque nos brinda tranquilidad y tolerancia en la mente, además de una absorción en el yo interno que nos hace generar una indescriptible tranquilidad. Nos hace autoreconocernos a través de la observación del funcionamiento de nuestro propio cuerpo. Y nos ayuda a alcanzar un desarrollo progresivo integral de la mente y del cuerpo, aumentando nuestro potencial y multiplicando nuestra autoestima. 

Con la práctica, sentiremos que somos más profundos en cuanto a nuestra sabiduría, libertad, integración, descanso y calma. Seremos personas totalmente equilibradas que inspiran y viven la paz. 

Definitivamente, las razones sobran para hacer del yoga parte de nuestra rutina de vida, para enfrentar el estrés del día a día y encarar las exigencias de un mundo tan moderno y competitivo como el nuestro. 

¡A empezar se ha dicho!

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